Agrofloresta integrada a otros sistemas productivos

La Agrofloresta o los Sistemas Agroforestales Sucesionales (SAS) son una propuesta que buscan la integración de los árboles y diversos componentes forestales perennes como arbustos, palmeras y plantas herbáceas a diversos sistemas de producción de alimento:
FRUTALES
Las agroflorestas con foco en frutales y especies maderables son las más difundidas y en creciente expansión llegando a zonas cada vez más australes.
SILVOPASTORIL
Los árboles, arbustos y pastizales brindan un gran aporte a estos sistemas, donde los animales se benefician por el aporte de abrigo, sombra, reparo, área social y fuente de forraje.
HORTICULTURA
En etapas tempranas de la agrofloresta pueden ser combinadas con la producción hortícola, aprovechando el estadio joven de los árboles que permiten la máxima fotosíntesis de cultivos anuales.
CEREALES
En zonas aptas para la agricultura y donde el bioma predominante es el monte, la incorporación de árboles y arbustos nos brindan corredores biológicos para especies controladoras y fauna nativa. En el caso de zonas donde predomina el pastizal la función de la agrofloresta es la de generar microclima, reparo, regulación de la temperatura, secuestro de carbono, entre otros beneficios ecosistémicos.

 

DISEÑO
Tanto su diseño como su manejo están basado en principios regenerativos como son la biodiversidad y el holismo, concibiendo a la agrofloresta como un Todo, integrado al paisaje y contexto productivo del establecimiento. Al momento de diseñar un sistema agroforestal debemos contemplar también aspectos claves ecológicos como la sucesión natural, la perennidad, el clima y las especies nativas que cumplen un rol clave para el hábitat de diversas especies.
BENEFICIOS ECOSISTEMICOS
Además de diversificar e integrar otros sistemas productivos, nos brindan grandes servicios ecosistémicos como reparo de los vientos, regulación de la temperatura y hábitat para diversas especies. Por otro lado, los árboles permiten ir construyendo suelo a través de sus raíces y la incorporación de materia orgánica a través de las podas, beneficiando el ciclado de nutrientes, mayor secuestro de carbono, mejor estructura, mayor infiltración y retención de agua, mejores condiciones para la biodiversidad tanto por encima como por debajo del suelo y generando agroecosistemas más resilientes.

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