El modelo actual de agricultura se define por su intensidad en el aporte de capital y su dependencia en el uso de insumos. Este modelo está reduciendo la materia orgánica del suelo y aumentando la presencia de glifosato en el ambiente.
La agricultura regenerativa como alternativa muestra éxito en el terreno y asegura la producción de alimentos suficientes y saludables. Compararemos los dos sistemas de producción, la agricultura industrial y la agricultura regenerativa en distintos aspectos: productivo, económico y en el impacto sobre la carga de glifosato y el contenido de materia orgánica del suelo. Comencemos.
La región pampeana argentina es una región que históricamente basó su producción en sistemas agropecuarios extensivos mixtos de cereales, oleaginosas y ganadería bovina. Con el transcurso del tiempo, evolucionó hacia sistemas agrícolas puros, con incremento del monocultivo de soja y desplazando a la ganadería hacia zonas marginales. La intensificación de la agricultura industrial junto al monocultivo de la soja, derivó en un uso creciente de insumos, principalmente fertilizantes químicos y glifosato como principal plaguicida.
La agricultura industrial depende de insumos masivos como semillas, fertilizantes y pesticidas, reduce año a año la materia orgánica del suelo y aumenta su ineficiencia en agroquímicos utilizados. Esta industrialización de la agricultura ha generado una pérdida de agricultores familiares y comunidades rurales, erosión del suelo, contaminación del agua, pérdida de biodiversidad y emisiones de gases de efecto invernadero. Los impactos ecológicos de la agricultura industrial incluyen la contaminación por pesticidas con los consecuentes riesgos para la salud humana.
Estas prácticas simplificadas de producción de cultivos implican el uso repetido de glifosato, aumentando la tolerancia en algunas malezas, empujando al agricultor a aumentar sus dosis. El glifosato aplicado a los campos es generalmente adsorbido por partículas de suelo o por las plantas, aunque puede ser lavado por el agua de lluvia y movilizado hacia las aguas superficiales y entrar en el suelo.
En este contexto, la agricultura regenerativa y la agroecología en general surgen como una alternativa sensible a las complejidades de la agricultura industrial, con objetivos y criterios agrícolas más amplios, buscando no sólo productividad, sino también sostenibilidad, seguridad alimentaria, conservación de los recursos y equidad social. Los sistemas agrícolas diseñados y manejados de acuerdo a los principios ecológicos pueden satisfacer las necesidades alimentarias de la sociedad y abordar los problemas ambientales y sociales apremiantes. La transición de la agricultura industrial hacia otra regenerativa se basa en el proceso de transformación que comprende no sólo elementos técnicos, sino también aspectos socioculturales y económicos de la familia productora y su comunidad.
La agricultura regenerativa se basa en los siguientes principios ecológicos:
- aumento de la biodiversidad funcional,
- aumento en la eficiencia en el uso de los recursos,
- cooperación e interacción entre los diversos cultivos, animales y suelo, reciclado de residuos o subproductos de un subsistema en otro,
- creación de condiciones favorables para el crecimiento de las plantas,
- mejorar la actividad biótica del suelo y minimización del uso de insumos
Dos modelos comparados.
Compararemos dos lotes de producción agrícola extensiva, uno industrial y otro regenerativo. Es una experiencia llevada a cabo por el INTA Barrow desde 2011 hasta 2016, donde se aplicaron ambos criterios y se analizó comparativamente los resultados.
En enero de 2011, el lote seleccionado se dividió en dos parcelas de 8 ha cada una. En las Tablas 1 y 2 se presenta un resumen de la gestión agrícola y la rotación de cultivos.
Tabla 1. Rotación y secuencia de cultivos en cada parcela.Tabla 2. Resumen comparativo del manejo agrícola para Agricultura regenerativa y para Agricultura Industrial llevado a cabo durante 6,5 años
Tabla 2. Resumen comparativo del manejo agrícola para Transición Agroecológica y para Agricultura Industrial llevado a cabo durante 6,5 años.
En algunos años hay una coincidencia entre los productos obtenidos, haciendo posible una comparación más sencilla entre ambos modelos productivos. De todas maneras, es posible la comparación global, ya que lo que se compara aquí son dos modelos o enfoques de producción diferentes, y no sólo los cultivos realizados o las tecnologías utilizadas en cada uno. En los primeros años del ensayo, la agricultura Industrial tuvo mayores rendimientos de granos que en la agricultura regenerativa, sobre todo el cultivo de trigo. Desde el período de cultivo 2013/14 los rendimientos fueron igualados. La agricultura regenerativa fue más estable en producción, mientras que la agricultura Industrial en los años donde las condiciones ambientales fueron favorables, los rendimientos fueron mayores (2012). Cuando las precipitaciones fueron más restrictivas, el rendimiento del sistema agricultura regenerativa fue mejor que la industrial (2016). Durante un período de sequía, en la primavera y el verano de 2013, en la agricultura regenerativa fue posible implantar un cultivo de sorgo y la producción de carne correspondiente, mientras que, en el modelo de agricultura Industrial, la soja sembrada no surgió e incluso no permitió la re-siembra, con una pérdida económica. Por lo tanto, el modelo de agricultura regenerativa logró mayor estabilidad de los rendimientos y menores costos de producción que resultaron fundamentales para disminuir riesgos productivos.
Tabla 3. Cultivos, producto, y rendimiento, de acuerdo a la secuencia y a los dos sistemas de producción: Agricultura industrial (AI) and Transición agro-ecológica (TA).
El costo directo anual y total de la agricultura regenerativa fue siempre menor que en la agricultura Industrial. Esto es de fundamental importancia para el agricultor, ya que representa menores riesgos de producción en cada una de las campañas. En general, con el modelo de la agricultura Industrial se obtuvo un ingreso neto más alto. En cuanto al margen bruto (ingresos netos – costos directos) en la mayoría de los años, el modelo de agricultura regenerativa alcanzó mejores resultados. En el total de los años evaluados, el margen bruto de agricultura regenerativa se duplicó al del modelo de la agricultura Industrial.
En cuanto a las propiedades del suelo, el porcentaje de materia orgánica aumentó en los primeros 10 cm donde se encontraron diferencias significativas entre tratamientos en las profundidades de 0 a 2, 2 a 5 y de 5 a 10 cm. Si llevamos el porcentaje de materia orgánica a masa de carbono por ha, esto significa que en seis años y medio se produjo un incremento en carbono del suelo en la profundidad de 0 a 40 cm de 540 kg ha.
La inclusión de trébol rojo, vicia, sorgo, mayor proporción de bosteo animal y suplementación animal con afrecho de trigo en la agricultura regenerativa incrementó el stock de carbono, durante el período analizado; la agricultura regenerativa aportó 44886 kg ha-1 de biomasa mientras que en la agricultura industrial fue de 20431 kg ha-1, este diferencial de aporte de carbono incorporado al sistema fue lo que incidió en el aumento del contenido de carbono del suelo.
Figura 5. Porcentaje de materia orgánica del suelo a distintas profundidades.
Al principio, la agricultura industrial tuvo mayores rendimientos de cultivos que la agricultura regenerativa. Sin embargo, esta última tuvo rendimientos de grano y carne aceptables durante los primeros años y luego de estabilizarse, se pudieron tener rendimientos similares a un sistema convencional.
Es posible lograr rendimientos similares a un planteo convencional con un manejo agroecológico. Desde el inicio de la comparación, los costos directos fueron inferiores en la agricultura regenerativa, con un margen bruto que duplicó al modelo industrial. La concentración de glifosato se redujo significativamente en los primeros 10 cm de profundidad, la materia orgánica aumentó y la densidad aparente fue menor en la agricultura regenerativa. Tenemos la posibilidad de desplegar este modelo factible de implementar con claros beneficios productivos y de salud de los agricultores y su suelo.
Con este trabajo se demostró la factibilidad de la agricultura regenerativa como un modelo de menores riesgos para el productor agropecuario, debido a la disminución de costos productivos, mayor rentabilidad, logrando producciones considerables de alimentos, y con un menor impacto sobre la salud del suelo y el ambiente.
Extraído y elaborado a partir de:
Modelos de Agricultura Industrial y Transición Agroecológica: análisis comparativo de materia orgánica, presencia de glifosato en suelo y resultados productivos
Aparicio Virginia, Martín Zamora, Agustín Barbera, Mauricio Castro Franco, Marisa Domenech, Eduardo De Gerónimo, José Luis Costa.
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) EEA Balcarce. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) CHEI Barrow. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET)