Muchas culturas antiguas han observado cómo los acontecimientos celestes a lo largo del año podían influenciar en las tierras de cultivo. De allí surgieron los calendarios agro–astronómicos y celebraciones que guiaban las diferentes tareas en el cultivo, que los agricultores debían realizar según los ritmos del sol, la luna, los planetas y sus posiciones frente a las constelaciones de las estrellas zodiacales.
La agricultura biodinámica viene desde mediados del siglo XX con más de 60 años de ensayos a campo y laboratorio correlacionando ritmos y movimientos de los cuerpos celestes y su acción sobre los cultivos y animales de cría.
El equinoccio de otoño es el momento en el cual el sol pasa 12 horas por encima y 12 horas por debajo del horizonte, surgiendo de esa igualdad el término “equinoccio”: del latín aequus ‘igual’ y nox, noctis ‘noche’.
Vivenciando y comprendiendo el ritmo anual de ascenso y descenso del sol (Año Trópico) que marca las estaciones, entendemos mejor el significado, y por qué se realizan determinadas tareas culturales en algunas épocas definidas del año:
👉🏼 Para abonar un suelo con compost la época más apropiada será a mediados del otoño, momento en que la naturaleza repliega su vida bajo la tierra y se vuelve allí más intensa, propiciando así una correcta digestión del abono.
🌳La poda de los árboles, arbustos o frutales se realizará durante la tarde-noche otoño-invernal de las plantas, cuando su fuerza y sustancias se han retirado al ámbito del tronco y raíces. ¡Los meses sin “R” decían nuestros Abuelos!
🌱El momento más adecuado para realizar injertos es pasado el solsticio de invierno cuando el sol ha comenzado a ascender, movilizando la savia de los árboles y arbustos hacia tallos y ramas. El injerto se verá así alimentado correctamente y tendrá mayores posibilidades de prender.